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El Barrio de Chicago es el tercer barrio que se consolidó en Trujillo en inicios del S. XX, posterior al Centro Histórico y el Barrio de Aranjuez. Este barrio limita con el Centro Histórico en un vacío urbano de 3.5 has (ex estación del ferrocarril) que rompe con la lectura continua de la ciudad y que se caracteriza por el peligro y el mal olor, es decir, un lugar que pocos o ninguno desea poseer. Por otra parte, esta tierra de nadie posee tres fragmentos de muralla antigua que carecen de valor y actualmente son espacios utilizados para albergar desperdicios, ser límite de viviendas de invasión y berma central para dividir a los vehículos que circulan por el anillo que rodea al centro histórico. Aquellos elementos urbanos que hacia el S. XVI protegían a la ciudad de ataques piratas, son muros inútiles de barro que en lugar de evidenciar la riqueza histórica, están protegidos y a punto de ser destruidos. El Centro de Congregación Socio - Cultural "La Muralla" es una respuesta a los problemas evidenciados y que requieren de soluciones arquitectónicas y urbanas urgentes.
